EXALTACIÓN DE LA MANTILLA
Oh mantilla, que cúbresme en invierno,
mas me dejas los pies en el infierno,
y aunque el ombligo tenga protegío,
por abajo, me muero yo de frío;
oh mi santa mantilla, según veo,
santa porque soportas cada peo...
Comenzando otra vez un nuevo Easter
yo mirándote dejo de estar trister,
pero no por vestirte a ti, mantilla,
sino porque hace un sol de maravilla,
y ma enterao yo que por lo visto
de paseo saldrá hasta el mismo Cristo.
¡Llegó la Primavera, qué ilusión,
y con ella nuestra resurección!
Y a ti, mantilla avara, te prefiero,
en el rincón más hondo del ropero.
Soraya Mantilla Membrillo
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