EL VICIO ME SACA DE QUICIO
A mí no me gusta el vicio
porque me saca de quicio;
ni tampoco el sacrificio,
que más que sacro, es suplicio.
¡Todo lo que acaba en icio
nos lleva hasta el precipicio!
Por ejemplo, fue un fenicio
quien a esta España dio inicio,
y hoy es sólo un estropicio,
¡con to las castas de Plicio!
¡Que nunca hay tiempo propicio
si es propio y acaba en icio!
Cuando veo un beneficio,
lo abrazo, ¡no lo acaricio!
Ve al aseo, ¡no al servicio!
¡Viva el huésped, no el hospicio!
¡Haz deporte, no ejercicio!
¡Sé plebeyo y no patricio!
¡Y pasa de hacer juicio,
que si no es malo, es malicio!
¡No seas acomodaticio
y acomódate sin icio!
¡Respeta el nombre y no el vicio
de mentar el gentilicio!
¡Que termine lo inmundicio,
que es inmundo y va con icio!
¡Busca trabajo, no oficio!
¡Y ojo con el edificio
que acaba en el frontispicio!
¡Viva el indio, no el indicio,
que es indio pero ficticio!
¡Que cuanto termina en icio,
si no es falso, es volaticio!
¡Y hasta lo sacerdoticio
me parece un maleficio!
Y este ha sido el son del icio,
¡tiene fin, pues tuvo inicio!
Patricio del Frontispicio (Maestro del Estro Picio)
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