POPURRIT HOMENAJE A MANOLO ESCOBAR
No me gusta que a Montoro
vayas con la minifalda,
que los ministros del oro
tienen más cara que espalda.
Mi carro me lo robaron
anoche cuando dormía...
¡Son los que me desahuciaron:
banqueros y compañía!
El gobierno nos engaña
y no deja de engañar;
por eso se oye este cantar:
¡qué boba España!, ¡qué boba España!
Tomás Escobazos
Maestro Tosférico
MAESTROS MUNDANOS
- Maestro Ceado: lo desmenuza todo.
- Maestro Cito: maestro de lo chiquitito
- Maestro Colmo: si te seduce, te inocula el síndrome de Estrocolmo.
- Maestro Feo: vence, pero no convence.
- Maestro Lero: el rey de las trolas.
- Maestro Oll: uno que habla de todo en todas partes y no sabe de nada en ninguna.
- Maestro Ormenta: un tormento de maestro.
- Maestro Pajo: que ve la paja en ojo ajeno y la quita a lo bestia.
- Maestro Peado: ¡la culpa es de ese maestro!
- Maestro Pezón: tropezó, se cayó, pero no se calló.
- Maestro Picio: que siempre la picia.
- Maestro Tamundos: to el tiempo viajando.
- Maestro Vero: más que maestro, un trovador.
- Maestro Yano: un auténtico virus. Y finalmente el...
- Maestro Tosférico: el menda, que vive en las nubes, ¡adió, me voy volando!
Ignacio di Trola
LA VERDADERA HISTORIA DE FRANCISCO JAVIÉ
Y Francisco dijo: -¡Hola,
don Ignacio de Loyola!,
¿cómo estás?
-Pues aquí buscando a un tipo
que se una a nuestro equipo...
¿tú ónde vas?
-A París, a estudiar leyes,
cosas de curas, de reyes
y poetas...
-Pues si quieres compañía,
te sugiero que en la mía
tú te metas.
-¡Estupendo!, ¡pues Francisco
muy feliz se va al aprisco!,
¡qué ilusión!
-¡Qué bien!, ¡ya somos colegas!
Oye, ¿por qué no te llegas
al Japón,
para que to los nipones
se aprendan las oraciones
a la cruz?
Y dando consentimiento,
se marchó hacia el nacimiento
de la luz.
Y al llegar al Dai Nippón,
sintió gran indignación,
alarmándose
de damas y caballeros
que se bañaban en cueros,
¡divisándose!
Y, sin más, a los señores
y señoras: -¡Pecadores!,
les llamó.
Y al oír tanta patraña,
el Shogún de vuelta a España
lo mandó...
Y aquí concluye la historia
de este santo y esta gloria
de Navarra,
el que al ver la piel desnuda
de alguna hija de Buda
dice: -¡Guarra!
Ignacio di Trola
Y Francisco dijo: -¡Hola,
don Ignacio de Loyola!,
¿cómo estás?
-Pues aquí buscando a un tipo
que se una a nuestro equipo...
¿tú ónde vas?
-A París, a estudiar leyes,
cosas de curas, de reyes
y poetas...
-Pues si quieres compañía,
te sugiero que en la mía
tú te metas.
-¡Estupendo!, ¡pues Francisco
muy feliz se va al aprisco!,
¡qué ilusión!
-¡Qué bien!, ¡ya somos colegas!
Oye, ¿por qué no te llegas
al Japón,
para que to los nipones
se aprendan las oraciones
a la cruz?
Y dando consentimiento,
se marchó hacia el nacimiento
de la luz.
Y al llegar al Dai Nippón,
sintió gran indignación,
alarmándose
de damas y caballeros
que se bañaban en cueros,
¡divisándose!
Y, sin más, a los señores
y señoras: -¡Pecadores!,
les llamó.
Y al oír tanta patraña,
el Shogún de vuelta a España
lo mandó...
Y aquí concluye la historia
de este santo y esta gloria
de Navarra,
el que al ver la piel desnuda
de alguna hija de Buda
dice: -¡Guarra!
Ignacio di Trola
Maleni de Magdala
¡MALAYA LA JUEZA ALAYA!
¡Malhaya la jueza Alaya,
que me desmonta el invento
y tumba cada elemento
de mi entramado!, ¡malhaya!
¡Ay, malhaya la canalla
que ahora de nuevo, la pilla,
va y se nos casa en Sevilla
toda vestida de blanco,
y a mí me sienta en el banco
como Angeloti a Casilla!
Maleni de Magdala
¡Malhaya la jueza Alaya,
que me desmonta el invento
y tumba cada elemento
de mi entramado!, ¡malhaya!
¡Ay, malhaya la canalla
que ahora de nuevo, la pilla,
va y se nos casa en Sevilla
toda vestida de blanco,
y a mí me sienta en el banco
como Angeloti a Casilla!
Maleni de Magdala
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